domingo, setiembre 25, 2005

Dejaron para mañana lo que debieron demostrar hoy

Sandro Venturo Schultz / Toronja
(Publicado originalmente en Peru21)

Todos somos conscientes de la precariedad institucional en la que vivimos. La gente no confía en los políticos y ellos lo saben. Los posibles candidatos corren lento para no desmarcarse. Ninguno quiere quedar en posición adelantada. El aspirante con mejores posibilidades debe ir segundo y esperar el último tramo para apostar toda la pequeña aceptación que haya acumulado dos semanas antes de las elecciones. Es evidente que están esperanzados en repetir el “efecto Fujimori”, la “carambola Toledo”, esto es, en ganar aprovechando la antipatía del oponente.

Esta es, sin duda, la temporada electoral menos electoral que hemos vivido en las últimas décadas. Las encuestas destacan repetidamente la incapacidad de nuestros políticos: no pueden convencer al electorado de las bondades de su liderazgo; por eso, saben que dependen del gesto efectivo y el azar histórico.

Lo mismo traman los “antipolíticos”. Ellos fantasean que podrán enganchar con el público (digo “público” y no “ciudadanía”) a mediados del próximo verano y así reflejar (digo “reflejar” y no “representar”) el ánimo popular. A diferencia de los políticos que temen al éxito prematuro de las encuestas, los antipolíticos están peleando por esos 3 puntos que los pongan dentro de la pantalla de televisión. Honorable audacia.

SIN PROPUESTAS. Los candidatos no han construido las representaciones políticas sobre las que deberían descansar sus pretensiones y, ahora, se ven atrapados en un juego donde sus posibilidades electorales no dependen ni de su capacidad de formular soluciones ni de su creatividad para difundirlas persuasivamente.

Peor aun. Los políticos y los antipolíticos no están ofreciendo interpretaciones inteligentes del país porque no lo conocen. No están planteando propuestas de mediano plazo porque no las tienen. Su única preocupación es evitar el rechazo de la gente y para ello recurren a la pose constructiva y a la retórica política “anti-tradicional”.

Si faltando ocho meses para las elecciones no se han iniciado las campañas respectivas es porque nuestra clase política (vieja o nueva, partidarizada o independiente, con experiencia o sin ella) está demostrando una incapacidad suprema para construir canales políticos de articulación y acción congruentes. Es decir, condiciones propias que estén a la altura de los retos que nuestra comunidad nacional demanda.

SIN CONVICCIÓN. Nuestros políticos y antipolíticos han tenido tiempo de sobra, en estos cinco años, para construir organizaciones suficientemente integradas, propuestas programáticas más o menos claras, alianzas realmente amplias y democráticas.

¿Si no han tenido capacidad para construir una institucionalidad política propia, si no han constituido sus propias escuelas de gestión programática, si no han sentado las bases de su propio liderazgo político, qué podemos esperar de su pretensión de administrar el poder que les delegaremos? ¿Cómo promover el desarrollo, regular la vida social, proteger a los ciudadanos, entre otras funciones públicas elementales, si no son capaces de transformar su propia práctica política?

Su negligencia es, a todas luces, ejemplar. En el Perú cualquier persona que ha destacado con alguna forma de liderazgo cree luego que puede llevar ese brillo a la Presidencia o al Congreso. Y sabemos que para hacer política se requiere algo más que voluntarismo y sueños de grandeza. La experiencia de la gestion pública es muy distinta a la gestión empresarial o social. Hay que construir instituciones, convenir metas, plazos y reglas… y cumplirlas. Hay que lidiar con el poder, dentro y fuera de nosotros.

Nuestros candidatos, salvo alguna excepción, se alienan con sólo pretender alguna forma de trascendencia. Como nuestro Presidente, se agotan con solo cumplir el sueño de la banda presidencial propia. La misma inmediatez en la que viven la mayoría de nuestros conciudadanos es la misma en la que se estresan nuestros políticos.

La sociedad peruana no ha construido nuevas representacciones políticas. Este es, nuevamente, el problema de fondo en esta invisible temporada electoral.

1 comentario:

julio dijo...

Muy bueno el blog,espero que lo sigas actualizando para seguir debatiendo aqui sobre algunos temas.