miércoles, diciembre 31, 2008

La vida cotidiana del peruano debe mejorar


Juan Infante / ilustración Lucho García Zapatero

¿Qué cosas harían feliz a un ciudadano peruano en su vida cotidiana? Esa es la pregunta sobre la que la política tiene que buscar respuestas.
Y es ahí dónde el Estado falla estrepitosamente. ¿Las razones? A los políticos les ha importado poco el maestro, el policía, el enfermero, el doctor, el gobierno local, el mercadito, los pequeños negocios, la vida dentro de una combi, la calidad de la comida de los restaurantes de menú, las danzas y fiestas populares, las playas de todos.
Si queremos un país de gente feliz, hay que darle la vuelta al reloj de arena y fortalecer a las personas que atienden cara a cara a los peruanos y a los espacios donde se nos atiende, donde estamos la mayor parte de nuestro tiempo, donde nos recreamos.
No es tan complicado trabajar con la gente, pero en la lógica de pensamiento actual aparentemente ni las instituciones multilaterales ni las estructuras partidarias quieren ni saben trabajar con las personas. Y el tipo de funcionario que colma las instituciones como el Banco Mundial, el Bid, y la alta burocracia estatal, no sabe de la gente. Sobrecalificados en sistemitas se la han pasado en cubículos y no en la calle. Si pues Piero, esa tecnocracia tiene que ser complementada, ponerla en su exacta dimensión, no darle mucha pelota. Saben su tema, pero su tema no es, cómo han querido hacérnoslo creer, el más importante.

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