Ninguna sociedad puede sobrevivir sin resolver el problema del trabajo domestico: la cuestion fundamental de atender a las necesidades basicas y perpetuar la especie a traves del cuidado y socializacion de la prole. Sin embargo, y a pesar de su importancia, las sociedades tienden a ignorarlo o a asumirlo como un hecho dado.
Cuando pensamos en el trabajo "productivo" pensamos en el trabajo que se lleva a cabo para transformar la naturaleza e ignoramos el trabajo "reproductivo" igualmente importante.Al ignorar u obviar el trabajo reproductivo ignoramos u obviamos a quienes lo llevan a cabo, en particular los individuos cuyos cuerpos llevan a cabo el embarazo. Asumimos que las mujeres se haran cargo del cuidado de lo domestico en la misma forma natural en que sus cuerpos se hacen cargo del embarazo y el amamantamiento.
Las sociedades tradicionales naturalizan el rol de la mujer como encargada del trabajo domestico y crean redes extensas que sostienen ese trabajo invisible. Las sociedades capitalistas, que incorporan a la mujer al trabajo productivo, comparten la ceguera de las sociedades tradicionales y terminan por cargar a la mujer tanto el trabajo productivo asalariado como el trabajo domestico tradicional.
Viviendo en el Peru, una pareja profesional donde ambos conyuges estan empleados puede tener hijos a sabiendas de que hay una enorme red familiar (de mujeres) que puede hacerse cargo de los hijos mientras los dos conyuges trabajan, o de que el trabajo domestico es subvalorado cultural y economicamente, por lo que es barato encargar los hijos a criadas, amas y profesoras. Esa misma pareja viviendo en Estados Unidos sin su familia o con una familia dispersa en el pais y en la estructura laboral tiene que pagar un sueldo altisimo por el cuidado infantil, al punto que una pareja con dos hijos debe considerar muy seriamente si su presupuesto estaria mejor si solo trabajase el miembro de la pareja que gana mas y el otro (generalmente la mujer) se quedase en casa.
Otro punto en donde nuestra invisibilizacion del trabajo domestico se mezcla con la asuncion de que la mujer debe hacerlo porque es lo "natural" es la licencia de maternidad. En las sociedades tradicionales no se necesita o se obvia, porque no se espera que la mujer trabaje por un salario y -por lo tanto- necesite una licencia de nada. Las mujeres profesionales en sociedades de ese tipo tienen que negociar cada una con su empleador, y lidiar con la expectativa social que deben quedarse en casa. En las sociedades capitalistas, la licencia de maternidad es un atentado a la produccion que debe reducirse y retacearse lo mas que se pueda, porque se supone que el trabajo ocurre en la empresa, no en la casa.
La licencia de maternidad en el Peru existe en los papeles -que es lo mismo que existir a medias- y se tiene que negociar cada vez. No son pocas las empresas que la niegan, que deciden no contratar mujeres o intentan por todos los medios controlar su fertilidad para evitar perdidas de productividad. La licencia de maternidad en el estado de Nueva York es de dos semanas. Sin pago. De modo que si una mujer que trabaja quiere quedarse mas tiempo con la recien nacida, tiene que utilizar sus vacaciones (dos semanas mas). Considerando toda la retorica republicana sobre los "valores familiares" es sorprendente lo poco que ha hecho la hegemonia republicana en este pais para mejorar las condiciones concretas en las que debe vivir una familia.
El resultado neto es que -en el Peru- las mujeres profesionales dejan de ser profesionales bien pronto, con lo que se le niega al pais de un repositorio inmenso de conocimiento e innovacion posibles. En EEUU, las mujeres profesionales tienen que decidir si quieren tener familia o tener una carrera, y por eso tantas clinicas de fertilidad para mujeres que han tenido que posponer un embarazo hasta los tardios treinta o tempranos cuarenta.
Distinta es la cosa en sociedades socialistas, donde el trabajo domestico si se considera trabajo y las mujeres no son invisibilizadas. En los paises nordicos, los centros de cuidado infantil son estatales y no le cuestan un sol (o una corona) a la familia; la licencia de maternidad y paternidad son una y la misma, y se pagan a 90% del salario normal por meses. Como es esto posible? Con el pago de impuestos muy altos (impensable en EEUU) en una sociedad muy productiva (no el Peru).
De modo que una pareja dano-peruana, digamos, con una ninha en edad pre-escolar, si vive en el Peru, puede estar "bien" en el sentido de "bien" de la clase media urbana. La crianza de su hija sera presupuestalmente manejable, pero habra que estar alerta a cada una de las infiltraciones del mundo tradicional en la casa: los estereotipos que la ninha aprendera, los modelos, las frases, el comportamiento que reproducen la nocion de que son las mujeres las que hacen esto y estotro, y los hombres los que hacen aquello y lo de mas alla. La misma pareja, en Nueva York, puede buscar en el inmenso mercado de todo lo imaginable que es esta ciudad hasta encontrar el lugar que mas se adapte a sus valores, pero por un precio. Al cabo de un rato, uno de los miembros de la pareja se pone a pensar en voz alta en su blog: maldita sea, por que no tratamos con Dinamarca? El danes no puede ser tan dificil, hvad siger du, lille skat?
Pero -claro- el cambio social no es lo mismo que la migracion individual. El cambio social es hacer cambios en la sociedad en la que realmente queremos estar. Implica aprender de los modelos mas interesantes, para abrir la conversacion en la sociedad donde quisieramos construir el suenho de una vida buena y justa. Es proponer a todos los que quieren conversar que si es posible aspirar a las tres cosas a la vez: una vida familiar plena, igual desarrollo profesional para hombres y mujeres, una comunidad activa y libre. No es eso a lo que habria que aspirar?
Y tu, lectora? Y tu lector? Donde quieres estar? Y si no quieres embarcarte en un avion sino traer la sociedad justa a la puerta de tu casa, no habria que empezar por discutir estas cosas?
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