La educación en el Perú
Juan Infante
Visité Cayara (provincia de Fajardo, Ayacucho) el viernes y sábado pasados invitado por el Frente de Estudiantes Hijos Cayarinos, un grupo de 35 jóvenes cayarinos que se encuentran en Huamanga siguiendo sus estudios. Hermosa y enriquecedora experiencia esta visita a Cayara de la que pienso hacer varias notas para http://peruenrumba.blogspot.com/ en los próximos días.
Fui invitado para presentar el documental El Panteonero (Juan Infante / Romina Cruz, 2004) a los 150 alumnos de secundaria del colegio de la localidad. El Panteonero trata acerca del alcoholismo en el Perú y lo ejemplifica con lo que ocurre en la sierra peruana, específicamente en Huancapi, capital de Fajardo, provincia de la cual también forma parte Cayara. Luego de verlo, ante la presencia de los profesores y las autoridades del distrito, desarrollamos un conversatorio con los alumnos que cursan de primero a quinto de secundaria.
Confieso que he quedado impresionado por la calidad y profundidad de las intervenciones de los jóvenes escolares cayarinos. Al finalizar el conversatorio tengo claro que los padres y los profesores en Cayara están haciendo extraordinariamente bien su trabajo formativo. En el largo camino de regreso a casa comparo mis sensaciones y emociones con el discurso oficial entorno a la educación en el Perú. Cualquiera de los chicos que expresó su opinión, si tuviera la oportunidad, podría brillar en las más destacadas universidades peruanas o del exterior. Su articulación del discurso, comprensión del mensaje, honestidad, sensibilidad y criterio, es igual o superior a lo que he podido encontrar en estudiantes y profesionales de Lima o del exterior a los que he presentado el mismo material. Sin embargo, las evaluaciones que comparan la educación en el Perú en términos internacionales nos dicen que estamos hasta las patas. Sin embargo, las voces cantantes de la opinión pública nacional se empeñan en cuestionar y maltratar a los maestros con un discurso que, siguiendo su línea argumental, descalifica a los educandos y con ello, finalmente, se termina descalificando a los peruanos y la viabilidad de nuestro país.
Personalmente, no creo que el problema principal de la educación peruana radique en los maestros ni en los padres. Ellos están poniendo una cuota mucho más valiosa de la que están poniendo las universidades y los intelectuales peruanos por una parte y los dueños y personalidades que lideran los medios de comunicación en el Perú, por la otra. Antes de cuestionar a los maestros, creo que debemos analizar la producción de quienes somos co responsables de la educación peruana. Díganme cuantas cosas destacadas encuentran y que esfuerzo se ha hecho para que lleguen a las manos de quienes deben aprovecharlas. Dejémonos de engañarnos, hay que comenzar a poner las orejas y la cola de burro en los verdaderos responsables.
martes, junio 21, 2005
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