miércoles, junio 22, 2005

Pensamiento Liberal

Artículo de José Climper, tomado de Correo 22 de junio 2005

“Indudablemente, mucho de la tragedia de ver a los pobres luchar en contra de sus intereses y a favor de los grupos de mayores recursos en el país, se debe a la incapacidad de los partidarios de la economía de libre mercado de poder explicar con claridad, con sencillez, a las mayorías, dónde residen sus beneficios, y los de toda la colectividad a mediano y largo plazo. Esta incapacidad ha servido para que los intereses mercantilistas de unos pocos empresarios, aliados implícitos principalmente de los políticos de izquierda y los populistas, consigan mantener sus ventajas, mientras que otra mayoría de líderes políticos indolentes sostienen el statu quo que les permite tener un mercado político cautivo para seguir vigentes”. Así de clara y contundente es la descripción de nuestra sociedad que nos hace el doctor Guillermo Castañeda Mungi en su excelente libro ¡Fuera las Caretas! (setiembre del 2004.) ¿Por qué no se concesiona Sedapal, manteniendo la increíble realidad de que los más pobres pagan por el agua entre 6 y 10 veces lo que pagan los más pudientes? ¿Quién es responsable por las miles de muertes infantiles que se producen por el consumo de agua no apta, o por la ausencia total de ésta en los pueblos periféricos de Lima? Nunca fueron las tasas de interés más altas ni el crédito más escaso –e inaccesible para los pobres– que cuando el gobierno fijó las tasas por decreto. Nunca fueron más largas las colas para comprar pan, azúcar, leche o fideos, que cuando el gobierno fijó sus precios. Nunca más escasas las medicinas. “Tenemos que convencer a los más pobres de nuestro país que ellos son los que más tienen que ganar con la economía de libre mercado. Que no se dejen llevar por los adjetivos utilizados para descalificarla alegre e irresponsablemente.” Así nos recuerda el doctor Castañeda que en esta batalla ideológica, pero principalmente de gestión pública, debemos estar todos. No lo va a hacer el Congreso, no la mayoría de partidos políticos, menos el gobierno. Es por ello que los empresarios, analistas, académicos, periodistas, y líderes en general, que creemos en las evidentes posibilidades de los peruanos de generar riqueza en este país bendito con recursos de todo tipo, debemos sumar esfuerzos para instruir a la población sobre los beneficios para todos los ciudadanos de una verdadera economía de mercado (sin tener que suavizar el tema con adjetivos como “social” de mercado), para poder terminar con la corruptela de la intervención discrecional del Estado “en defensa de los más pobres”, intervención que hoy impide a la mayoría de peruanos tener educación regular siquiera, agua potable, desagüe, puertos eficientes, etc. El pensamiento liberal debe recomponer su autoestima. Ha llegado el momento de enfrentar la verdad y decírsela a la población.

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