Artículo de Eduardo Morón, tomado de la sección Economía de El Comercio del 21 de julio del 2005
En estos días estuvo en Lima, invitado por la Universidad del Pacífico, el profesor de la Universidad de Columbia Jagdish Bhagwati. Para quienes no lo conocen, Bhagwati es uno de los mayores defensores del libre comercio internacional y de los beneficios de la globalización.
Luego de escucharlo todo el día y leer con detenimiento su libro, quisiera rescatar una frase de una conversación que tuvo con los profesores de la Facultad de Economía.
Bhagwati decía que aunque se había puesto de moda, aquí y en todas partes, era un error hablar de 'chorreo'.
Para él, la idea de 'chorreo' muestra a dos tipos de personas. Aquellas sentadas a la mesa disfrutando del banquete y otras que en realidad esperan alimentarse con las sobras de dicho festín.
El término, pues, se vuelve inaceptable, indignante y en realidad no tiene nada que ver con lo que implica que una economía crezca.
La palabra 'chorreo' es nuestra traducción de 'trickle-down', muy usada en la época de Ronald Reagan, luego de que un asesor económico apoyara la reducción de los impuestos a las empresas.
La idea era que si las corporaciones y grandes empresas incrementaban sus ganancias, estas ganancias se trasladarían al resto de la población, al crearse condiciones para que las empresas inviertan en nuevos proyectos y, por lo tanto, se crearían los nuevos puestos de trabajo.
El que nuestra economía haya crecido en los últimos cuatro años de manera sostenida, sin duda, no es fruto de reducciones impositivas. Puede ser atribuido al ATPDEA, a los precios favorables, al manejo interno de la economía, a lo que quieran, pero no a menores impuestos.
Hay un punto que quisiera destacar y se refiere a si este crecimiento sostenido genera un efecto que en inglés se conoce como 'pull-up' y que podemos llamar 'inclusión'. Porque justamente es lo que observamos en la realidad.
Existe una gran cantidad de personas que generan sus propios ingresos y se las debería tomar en cuenta en el análisis del crecimiento.
Si bien no les toca la mejor presa del banquete, ellos participan con su dinero generado con su trabajo. No hay regalos, dádivas, sino compensación por su trabajo.
Probablemente, durante su discurso por Fiestas Patrias, la próxima semana, el presidente Alejandro Toledo insistirá en que la economía "está chorreando". Pero, en verdad, creo que el presidente debería dejar de usar ese término.
Así que más que 'chorreo' deberíamos hablar de abrir las puertas, de incluir en la mesa a más peruanos que con su esfuerzo generan sus propios ingresos y pagan sus impuestos.
Porque de eso se trata el crecimiento, de lograr que la población vea que sus habilidades y esfuerzos son recompensados, que su trabajo vale la pena, y que no se trata de estirar la mano esperando que la economía simplemente 'chorree'. Eduardo Morón Economista
jueves, julio 21, 2005
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