jueves, julio 07, 2005

La obscenidad del azúcar

Escrito por Aldo Mariátegui, tomado de Correo, 7 de julio del 2005

Veo que varios han saltado contra esta casa editora por revelar la obscenidad de lo que el azúcar cuesta aquí: cuatro veces más que en los países vecinos. Ya aparecieron los tontos que dicen que se está defendiendo indirectamente al TLC, justificando los subsidios gringos al azúcar. ¡Eso sería verdad si es que Bush estuviera subsidiando directamente el azúcar de Ecuador, Bolivia, Colombia y Venezuela, pero obviamente eso no está sucediendo, así que el “argumento” se cae solo! Y otros inmediatamente traen la imagen del campesino pobre y analfabeto, amenazado por las malvadas importaciones, la falta de protección y el perverso liberalismo. ¡Falso! Estos no son paperos serranos patas en el suelo o arroceros chiquitos de la selva. El azúcar blanca es un producto industrial, elaborado por sólidos grupos empresariales (“Manuelita” de Colombia controla Laredo, el Grupo Wong a Paramonga, el Grupo Rubini a Cartavio, el Grupo Mitchel a Chucarapi, la española Azucarera del Guadalfeo a Cartavio, la Corporación Agroprogreso-Grupo Picasso a San Jacinto). Encima, las azucareras que están mal –por ineptas y por mafias– y que podrían argüir que necesitan protección no producen azúcar blanca sino rubia… No estamos yendo al extremo demente de decir que hay que eliminar TODA la protección, pero sí ajustar el tema para que no tengamos que pagar ¡cuatro veces más! que el promedio regional por un producto a sólidos grupos empresariales. Eso ya no es “liberalismo”. Es más que simple lógica económica; es evitar que nos violen económicamente, como con el balón de GLP. Al lado de su firma Y Waisman es definitivamente un tipo divertido. Ahora le está echando la culpa a El Peruano porque haya aparecido el título de “ingeniero” al lado de su firma. Ese débil argumento podría aceptarse si es que esto hubiera sucedido sólo una vez, pero esto ha ocurrido con más de setenta normas, provenientes de distintas fuentes (es decir no es un error que habría provenido de una persona distraída de un determinado sector). ¿El, o su entorno, no reparó en que las normas salían con un título que no tenía? No insulte nuestra inteligencia. La cereza de la torta es que el mismo Waisman había impulsado meses atrás una norma que penaba a los que usaban títulos irregularmente… La vicepresidencia parece embrujada por los Apus en este gobierno: dada la gravedad del tema y lo aplastante de las circunstancias, tal parece que Waisman va a seguir el mismo destino que RDC. Esto motivará que haya más interés en las próximas elecciones para la presidencia del Congreso, dado que quien gane sería el eventual sucesor de Toledo.

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