lunes, julio 11, 2005

¿Qué hacer con los deudos de Cayara?

Artículo de Carlos Tapia.
Tomado de El Comercio, sábado 9 de julio del 2005.

En la noche del 13 de mayo de 1988, un contingente de la fuerza principal del llamado Ejército Guerrillero Popular (EGP) del senderismo terrorista, emboscó a una patrulla motorizada de nuestro Ejército, matando a cuatro efectivos, un capitán y tres subalternos, hiriendo a otros 15 y apropiándose de diez FAL y una ametralladora. El lugar de la emboscada, conocido como Erusco, se encuentra solo a kilómetro y medio del pueblo de Cayara ubicado en el eje del que fue principal comité zonal senderista de Ayacucho. En el trayecto de Cayara a la comunidad de Mayopampa, aproximadamente a treinta minutos de caminata, se encuentra la zona de siembra y cultivos conocida como Cceshuas, lugar a donde huyeron los habitantes de Cayara después de la emboscada, previendo la represalia militar. Según las investigaciones de la CVR, la emboscada duró aproximadamente 45 minutos, fue realizada por unos veinte terroristas de la 'fuerza principal' del EGP, con armas de guerra, que llegaron un día antes a preparar la emboscada y planificar su huida, obligando a los pobladores a que les dieran alojamiento y amenazándolos para que guardaran silencio so pena de sufrir las consecuencias. No se descarta que entre ellos tenían simpatizantes y miembros de su estructura política conocida como 'comité popular'. La represalia militar con el nombre de operación Persecución, llevada a cabo por varias patrullas que superaban los 150 efectivos, planificada y organizada por el general José Valdivia Dueñas, comenzó a las primeras horas del día siguiente y duró 48 horas. El informe de la CVR da cuenta que, apenas ingresaron los militares a Cayara, mataron a un poblador y a cinco campesinos ebrios que se habían quedado dentro de la iglesia conmemorando el día de la Virgen de Fátima. Y que ante la ausencia de pobladores en Cayara una patrulla militar se dirigió a Cceshua, donde reunieron a los campesinos, separando a los hombres de las mujeres y niños, y después de torturar a los varones les dieron muerte con arma blanca. Las víctimas superaron la veintena. Numerosos testigos confirman lo anterior. La CVR desechó la tesis de que los muertos de Cceshua eran parte de la columna senderista que huía, ya que de Erusco a Cceshua a lo más se tardaba una hora de caminata, y los muertos se produjeron en la tarde del día siguiente. Iniciadas las investigaciones por la fiscalía correspondiente, el presidente García se había trasladado al lugar de los hechos y se conformó una comisión ad hoc, las dificultades comenzaron; los cadáveres fueron sacados de su sepultura y desaparecieron, el propio fiscal amenazado tuvo que pedir asilo en Estados Unidos, y los valientes testigos --algunos de ellos denunciaron el crimen ante el propio Alan García-- con el transcurrir de los meses fueron muertos o desaparecidos, uno a uno, sumando una decena. Instalada la CVR en agosto del 2003, la comunidad de Cayara en pleno se presentó ante los comisionados y se ratificaron en lo que aquí se reseña. Por si acaso, para los que quieran revisar los archivos de la ONPE, los resultados electorales en esas zonas dan cuenta del favoritismo del fujimorismo.

Carlos Tapia García
Ex miembro de la CVR

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